Por Jorama de Quadros Stein
Como Agua para Chocolate es un increíble romance escrito por la escritora mexicana Laura Esquivel, novela que convirtió a Laura en una de las escritoras más conocidas de su país y del mundo. No era para menos: la narrativa envuelve al lector en el romance de Tita y Pedro.
Pero no se trata de un romance cualquiera. Es un romance que pasa en un año y cada uno de los doce capítulos empieza con una receta de Tita, que desde pequeña había aprendido que cocinar era mucho más que hacer un plato, era hacerlo con todo el amor al punto de encantar y movilizar sentimientos a todo aquel que lo probara. A veces era posible contagiarse también por el dolor o los deseos misteriosos de la cocinera.
Es muy tocante como la narrativa relaciona el preparo de cada una de las recetas a los acontecimientos de la vida de Tita y de su familia. Leer esa novela durante la pandemia tiene un sabor especial justo por tratarse de un momento en que convivimos intensamente con nuestras familias y en que muchas veces hacemos platos significativos para celebrar la alegría de estar juntos, para revivir memorias y para sentirnos parte de un mundo que no invita más a conmemoraciones tan constantes.
Nuestras experiencias acaban mezclándose con las de Rita, que cocina para convivir con los sentimientos de su amor imposible, de su madre dominante y de su hermana egoísta. La cocina es su posibilidad de vivir, de dejar su marca en el mundo y de hablar sobre las cuestiones que no puede.
Como Agua para Chocolate es una obra de un sabor inigualable, que lleva al lector a saborear cada palabra, a vivir cada momento de la vida de Tita junto a ella. Es como probar un plato inolvidable: imposible parar de leer e imposible no saborearlo en toda su complejidad y belleza.
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