Vivimos en una época de transformación, transformación de la forma en que vivimos, consumimos, trabajamos, nos relacionamos. Cuando nos detenemos a pensar en el origen de esto podemos identificar fácilmente la tecnología. Los avances tecnológicos de las últimas dos décadas nos han permitido crear soluciones y procesos nunca pensados, que definitivamente afectarían no solo lo que hacemos, sino también quiénes somos.
Todos estos avances nos han facilitado mucho la vida, haciéndola más cómoda, eliminando trabajos aburridos, aumentando la calidad e incluso salvando vidas. Sin embargo, también ha generado efectos negativos, como ansiedad, impaciencia, inmediatez, entre muchos otros, que culminan en una pérdida de la esencia del ser humano. Hace unos años leí un texto muy interesante titulado “La diferencia del ser humano es Ser Humano, que decía que, con todos los avances, lo que nos haría prevalecer sobre las máquinas sería sernos humanos, con características que solo nosotros tenemos. cómo, empatía, compasión, esperanza, amor entre otros. Pero ¿cómo mantener a la humanidad?
Se nos cobra constantemente por los resultados y, más aún, por seguir ofreciendo resultados en un mundo en constante cambio, de ahí el término "Lifelong Learning", que significa aprender a desaprender y aprender cosas nuevas, cambiar de dirección, que muchas veces significa que tenemos que cambiar de manera radical la forma en que ves y haces las cosas. Esta exigencia puede endurecer nuestro corazón y centrarse solo en el aspecto profesional o material, perdiendo así la esencia del ser humano.
Para seguir adelante como humanos, debemos mantener el equilibrio. Según el Programa Protege tu Corazón, todos tenemos cinco dimensiones, que son: Física, Racional, Emocional, Social y Trascendente, y mantener el equilibrio entre ellas es la clave para una vida equilibrada y una humanidad sana.
Sabiendo de eso, es posible aplicar el “Longlife Learning” en todas estas dimensiones de la persona. Continuar buscando, crecer y mantener equilibrada nuestra humanidad en medio a la transformación. Sigue algunos ejemplos:
· Física. Podemos intentar aprender un nuevo deporte, o cambiar la forma en que practicamos algo que ya hacemos, definido a nos mismos mayores desafíos.
· Racional: Empezar a aprender algo nuevo con seriedad y profesionalismo. Incluyendo cosas cotidianas como cocinar, ser padres, madres.
· Emocional: Buscar desarrollar la inteligencia emocional y el mindfulness, que es el arte de estar presente en todo lo que haces.
· Social: Buscar encontrar y reconocer valor en nuevas formas de mantener las relaciones sociales, especialmente en este período de pandemia y aislamiento.
· Trascendente: buscar una manera de mantener viva su fe y creencias, incluso en momentos de desesperanza, buscando salir de sí mismo.
En esta realidad de tecnología e información rápidas, ser humano es realmente un gran desafío, especialmente para mantener el equilibrio y enfocarnos en lo que importa. A menudo nos centramos demasiado en una dimensión y nos olvidamos de otra, lo cual es totalmente natural y comprensible, pero sin un esfuerzo concreto de nuestra parte, podemos dejarnos llevar y perder poco a poco la humanidad.
Por GABRIEL ULIAN
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