Por Bruna Caroline Sercero
Al comienzo de la pandemia, para nosotros que trabajamos directamente en el campo, tuvimos que enfrentar el miedo. Porque, lamentablemente, no podemos cambiar la rutina de la oficina en casa como la mayoría de los amigos.
Todo comenzó durante un período de gran importancia para el programa de mejoramiento genetico, época en la que se cosechaban los materiales, incluyendo varias ciudades y viajes. Afrontamos todo con mucha perseverancia y también con mucho apoyo de quienes nos gestionan, ya que sabemos la importancia de la vida de cada empleado y también la importancia de nuestro trabajo. Nuestro equipo recibe mucho personal temporal para ayudar durante los períodos pico, se cambiaron algunos hábitos, el uso de máscaras en los viajes y el uso de alcohol en todos los autos para nuestra prevención.
Luego de los viajes para terminar la cosecha, nuestro siguiente paso fue montar los ensayos para sembrar la cosecha de invierno que se realiza en otro estado. Esta actividad se realiza en un galpón donde también se sustituyó la aduana, donde el salón de actos solía estar lleno de integrantes del equipo se tenía que realizar al aire libre, la hora del almuerzo era la hora de reunirse con compañeros de otros sectores y se ha sustituido el chat por chat vía temms. o Whatsapp.
Cada mes una nueva etapa y la pregunta que todos nos hacíamos era? ¿Cuándo se irá todo? Debido al contacto directo con otras personas, los fines de semana que solía ser con las familias que la mayoría del equipo vive lejos se veían reducidos por el miedo a llevarles el virus, y la forma de matar el anhelo era a través de la celda. teléfono, con fotos, llamadas telefónicas y audios, y los lazos entre los amigos del equipo se intensificaron al convertirse en la familia más cercana en ese momento.
Las nuevas costumbres se convirtieron en hábitos, y con esto empezamos a valorar cada detalle que antes era simple y ahora vale mucho, un apretón de manos seguido de una sonrisa para desearle un buen día, un abrazo para celebrar y felicitarle por su cumpleaños, fin de mes con el famoso café de la tarde que brinda la empresa para que todos celebren los cumpleaños del mes, entre otros. Cuando llegamos a fin de año, una de las prácticas más comunes fue la reunión del equipo para reunirse, lamentablemente se pospusieron para el próximo año. Con todo fuimos ganando cada etapa y avanzando el programa de mejoramiento, al final de la cosecha, con todos los retos que nos planteó la pandemia, pudimos alcanzar las metas y seleccionar materiales de calidad para el productor rural.
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