Por Leila
En agosto, en un viaje a Florianópolis – Santa Catarina para visitar a mi hijo mayor, hicimos un paseo en contacto con la naturaleza, adecuado para la pandemia.
Fuimos a una playa pequeña, rodeada de vegetación, en el extremo sur de la isla de Santa Catarina, llamada Playa del Saquinho. El acceso a la playa se hace a través de un sendero, tal vez uno dos más fáciles de toda Florianópolis. El trayecto es um camino concretado, una obra hecha para ayudar a los habitantes del Saquinho con el transporte de víveres hasta sus casas. Algunas pocas famílias viven por allí.
El recorrido del sendero se revela un mirador y, conforme sube el cerro, no faltan ángulos para fotografiar las hermosas playas de alrededor. Después de cerca de 15 minutos de caminada, se llega a la cumbre del cerro, donde mirando hacia el sur, es posible ver la playa del Saquinho.
Este es uno de los paisajes que mejor define la esencia de la belleza de la isla. Una playa pequeña, preservada, limpia, con arena blanca, sombra de los árboles y muchas rocas junto al mar. Alrededor de ella, en el medio de la mata atlántica y frondosa, hay algunas pocas casitas simples y ranchos de pescadores.
A partir de ese mirador, el sendero hacia la playa del Saquinho empieza a descender por entre la mata más cerrada. El recorrido es bastante empinado y hace algunas curvas en zigzag, pero siempre pavimentado.
El recorrido hasta la Playa del Saquinho tiene 1.7 kilómetro y el desnivel total es de un máximo de 90 metros. Caminando tranquilo, se hace el trayecto en cerca de media hora. Les recomiendo ese hermoso paseo.
No es necesario ser un atleta para hacer este recorrido , pero un buen condicionamiento físico ayuda!
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